lunes, 30 de julio de 2007

LUKSIC, EL EVEREST Y LA CHÍA


PATRICIA PADRÓN Nutricionista de altura

LUKSIC, EL EVEREST Y LA CHÍA


Después de asesorar a futbolistas del América de Cali y a andinistas como Andrónico Luksic en su hazaña al Everest, esta nutricionista colombiana radicada hace 15 años en Chile descubrió dos cosas muy importantes: la primera es que el deporte de alta montaña resultó ser su pasión oculta y, la segunda, que la semilla de CHÍA era el ingrediente natural que faltaba para obtener un equilibrio alimentario ideal.
EL RIESGO Y LA AVENTURA han sido una constante en la vida de Patricia Padrón Manríque, 40 años, nutricionista de la Clínica Las Condes, casada con el empresario belga Alain Kaczorowski y madre de dos hijos (Sebastián, de 13, y Camila, de 11). Fue socorrista y paracaidista en su país natal antes de decidirse por la nutrición y diseñar la dieta de los futbolistas del América de Cali cuando el equipo disputaba una y otra vez las finales de la Copa Libertadores. "Fue mi primer acercamiento a la medicina del deporte", aclara con orgullo. Una especialidad que retomó años después en Chile, pero en otra área: los deportes de alta montaña.Cuando Andrónico Luksic le pidió asesoría nutricional para su hazaña en el Everest, ella se puso a investigar y se encontró con cifras que no le calzaban. "La dieta en altura o de alta montaña implica un total de 6.000 calorías diarias. Yo me decía que eso era imposible, nadie puede comer tanto, no me cuadraba". Por eso, decidió verificar en terreno y junto a dos amigos y colegas de la Clínica, el cardiólogo Patricio Venegas y el neurocirujano Enrique Concha, subió el cerro Pintor (4.200 metros) hace tres años."Comenzamos el ascenso a las diez de la noche y bajamos a las cinco de la mañana. Entendí muchas cosas, entre ellas que la hidratación es primordial, porque esa noche bajé dos kilos solamente por pérdida de líquido. También me di cuenta de que el andinista debe tener una reserva de glicógeno a nivel de músculo permanente en el tiempo. Es una actividad tan demandante de energía que hay que prepararse mínimo con un año de anticipación para contar con reservas de tejido muscular cuando se trata de grandes alturas", explica la nutricionista. Eso sin descuidar el control mental y sicológico, el acatar órdenes y solidarizar con la cordada.Dice que la asesoría que le brindó a Luksic consistió básicamente en que él pudiera ir y regresar en buen estado de salud y con capacidad física: "Hacer cumbre es una parte de la expedición, después hay que descender y es allí cuando no llevas reserva de energía y el músculo seguramente ya agotó sus reservas. A Andrónico, dentro de su preparación se diseñaron dos planes: uno para bajar de peso manteniendo la masa muscular y otro para estar saludable. Se priorizó una alimentación a base de semilla de CHÍA, única fuente natural de Omega 3, acompañada de una dieta rica en frutas, verduras, leche de soya, pescados y suplementos con aminoácidos y vitamina C. No llegamos a las 6.000 calorías diarias, pero sí creamos una reserva para que pudiera resistir. Se sabía de antemano que iba a bajar de peso. Las raciones de marcha son, por lo general, barras energéticas, gel con glucosa rápida y líquidos por sobre los cuatro litros y suplementos para el minuto, para mantenerte, porque no hay tiempo para grandes comidas. Eso se logró".Gracias a sus ansias por entender las dietas de altura descubrió una nueva pasión: el andinismo. Después de la experiencia vivida en cerro Pintor, Patricia quedó fascinada con este deporte y se propuso metas más altas.http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,38039818_90162750_115676616,00.html